Descubre cómo evitar o salir de una relación complicada

Te enamoras, te casas y notas, al final, que estás estancada (o) en una relación difícil, llena de críticas y agresiones verbales, sin saber por qué te metiste ni cómo salir de esa situación. Esto es exactamente lo que aborda el artículo de la psicóloga y profesora de la Universidad de Notre Dame (ubicada en Luisiana, EE. UU.), Anita E. Kelly.

En realidad, la razón por la que todo comienza involucraría tres cuestiones: la “pobreza” con la que se elige la pareja; visión borrosa, lo que hace que ver al otro mejor de lo que es; y, finalmente, la manipulación del (de la) compañero (a), que nos lleva a seguir por ese tortuoso camino. Vea un poco más sobre cada punto:

1. Elegir a la persona equivocada

La mayoría de nosotros definimos a nuestra pareja a través de la atracción o “amor” que sentimos; sin embargo, los estudios muestran que las uniones felices son el resultado de elegir parejas que tienen buenos rasgos de personalidad (como estabilidad emocional y afabilidad), en lugar de aquéllos con quienes simplemente hay atracción/ amor. En otras palabras, es mejor tener a tu lado a alguien cariñoso y cooperativo que a un ser inestable y desagradable.

Por más que uno imagine a las personas con buenas características como aburridas, hay que tener en cuenta que los individuos arrogantes y temperamentales sólo están disponibles ocasionalmente, generalmente en el momento que les conviene, y imponen que su amor y buen humor “necesitan ser merecidos” (una (o) necesita compensar ser menos “deseable” haciendo constantes sacrificios por ello). Sin embargo, la mayoría de los ingenuos que entablan tales relaciones no se dan cuenta de que, desde el principio, esos compañeros creen que merecen una atención especial – y eterna.

2. Mirar solamente el lado positivo ocultará la realidad

El solo hecho de considerar las cualidades de alguien e ignorar lo malo es un desafío para el sentido común cuando se trata de elegir a su cónyuge.

Dos buenos ejemplos del cuadro serían los siguientes: una mujer admira a su novio por su actitud hacia los necesitados, su dificultad para guardar rencor y el hecho de que siempre la elogia, pero ignora el miedo que sintió durante meses porque él la reprendió con agresividad cuando ella trató de decir algo mientras él estaba hablando por teléfono; y un chico ve a su novia como un ángel porque ella le lava la ropa, le deja dulces mensajes, pero deja de lado los momentos en que tuvo que volver un poco tarde del trabajo y la encontró enojada, señalándole con el dedo a la cara, gritando y acusando de engañarla con esa colega “perra” (disculpándose al día siguiente alegando que tenía un “dolor de cabeza” y dándole una maravillosa noche de amor como una forma de reconciliarse). Ambos contextos son peligrosos, desprecian a los novios y muestran parejas que, aparentemente, no podrán construir hogares felices. Recuerde, si sucediera lo contrario, nunca menospreciarías a la persona que amas.

3. Un compañero arrogante no te dejará ir

Si después de un episodio como los descritos anteriormente quieres irte, la pareja arrogante te dificultará las cosas mediante la manipulación, no por amor sino por orgullo, diciendo cosas como “pero sacrifiqué tanto por ti” o “lo que sucedió con el amor incondicional que dijiste que sentías?”. No te equivoques, es posible que ya tenga a otras personas “esperando entre bastidores” en caso de que las cosas le salgan mal.

Una buena respuesta sería: “Sí, me preguntaba que mientras estabas explotando así. Si hubieras hecho eso en nuestra primera cita, nunca me habría quedado a tu lado. De todos modos, solo el hecho de que intentaste parar que me vaya es, en sí mismo, una gran falta de respeto”.

¿Y qué hacer para liberarse?

Ampliar tus horizontes. Hay demasiados solteros por ahí, demasiados sitios de citas a los que conectarse antes de decidir. No te conformes con el bicho de la manzana mientras la roja brillante y galardonada merodea esperando a que la elijan.

Otro factor sería evitar posibles parejas con algún signo de arrogancia. La humildad es un factor clave para lograr un matrimonio sincero y justo, en el que ambos tienen el mismo nivel de importancia.

Finalmente, si ves esa postura arrogante y explosiva, deja la historia. Incluso si sufres, sabrás que eso fue la confirmación de que nada allí funcionaría.

Y si encuentras a la persona sincera, humilde y justa que estás buscando, es posible que te sorprendas de lo “caliente” que puede ser. Será gratificante descubrir una pasión basada en la persona que realmente está frente a ti, sin máscaras, rótulos ni juicios sociales que no traen felicidad a nadie.

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